5/31/2010

ahorcan gatos en valencia,la policia no hace ni caso

"Ha aparecido un gato ahorcado con una cuerda en la puerta de una casa , es el unico que han podido dañar porque los demas gatos son ariscos y es imposible hacerles daño , si fuera asi seguro que ya estarian muertos .

Este gato era de un vecino , era un gato manso ,una vecina ha avisado a la policia de Ruzafa y por supuesto no han acudido se ha quedado el gato ahorcado en la puerta de la casa hasta que ha aparecido el vecino ."


No es la primera vez que pasa esto en esta calle , en marzo del 2008 asesinaron 5 gatos en el solar de esta calle ,esto fue lo que pasó:

http://www.pacma.es/articulo.php?id=4891baa4b0ed0


Aben Amir
Consuelo Buendia

Pocas cosas hay que me inquieten, me fascinen y me emocionen más que la presencia de un gato. Desde niña no sé cuántas horas suman, pero son muchas, las que he pasado simplemente observándolos. Suelo presumir por ahí de conocerlos bien, pero no es cierto, no creo que nadie en el mundo conozca realmente a los gatos.

Tengo algunos que llevan en mi familia muchos años y en realidad son un misterio. Yo creo que si algo siempre me ha llamado la atención es su miedo. Los gatos sienten pánico ante cualquier cosa, cualquier movimiento, cualquier ruido, cualquier novedad o cambio en su vida les transtorna y les aterra .

Yo vivo ahora en Valencia y sigo a diario las miserias de los gatos en las gran ciudad: coches , obras, perros, ruidos infernales y por encima de todo la tremenda desgracia de tener que compartir su territorio con el ser humano. 

Conozco muchas historias dulces y tiernas de hombres y gatos, y otras terribles y absurdas como la que quiero contar:

En la Calle Aben Amir, en Valencia, vivían siete gatos en un pequeño solar, cinco gatas preciosas y dos enormes machos. Se esterilizaron y se cuidaban a diario, para que su vida en el solar fuera mas fácil y, sobre todo, se les quería y mucho.

Los seres humanos de la zona no andaban muy contentos con su presencia y, con la excusa de una supuesta plaga de ratas (?), alguien decidió solucionar el problema. Contra la ignorancia es muy difícil luchar, sobre todo cuando andamos faltos de sensibilidad y muy sobrados de egoísmo.

Los gatillos acostumbraban a refugiarse del frío en los agujeros del muro, allí encontraban calorcillo y seguridad. Una mañana la puerta apareció reventada y las paredes llenas de sangre, habían machacado sus cuerpos con palos y en esos agujerillos se han quedado para siempre.

Ni en una terrible pesadilla podría nadie imaginar algo así, ni a un ser humano haciendo esto, ni a alguien viendo que esto está ocurriendo y luego marchándose tranquilo a dormir.

La vida sigue, pero hay algo que esta fallando, algo muy grave y muy serio , porque historias como la de estos gatos suenan a menudo, porque andamos tan preocupados por nosotros mismos y tan vacíos que nos estamos olvidando de cosas importantes. Hay que trabajar en las raices, hemos perdido ya la esencia de lo humano

Este texto es en memoria de unos gatos callejeros:

- Una gatita tipo Radgoll de ojazos azules, preciosa. Tenía 4 años 

- Un macho blanco y negro, siempre estaba malito, había estado ingresado con problemas respiratorios. Tenía 2 años.

- Una gatita negra con unos ojazos verdes preciosos. No llegaba al año.

- Un macho grandote negro, muy timido y miedoso. Tenía 2 años.

- Su hermana, una gata grandota negra, preciosa.

Consuelo Buendia
Valencia

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