6/11/2010

Crisis y adopciones: "Las protectoras sacan las castañas del fuego a la Administración"


Crisis y adopciones: "Las protectoras sacan las castañas del fuego a la Administración"

Crisis y adopciones: "Las protectoras sacan las castañas del fuego a la Administración"
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NUESTRO EXPERTO CARLOS RODRÍGUEZ ANALIZA EL PAPEL DE LAS ADMINISTRACIONES ANTE EL DESCENSO DE ADOPCIONES POR CULPA DE LA CRISIS.
Parece algo plenamente constatado: la crisis afecta a todos los estratos de la sociedad, a todo tipo de actividades… a todos…
Las entidades de protección animal de nuestro país siguen recibiendo de forma incesante animales abandonados, la gran mayoría, sin identificar, pero, pero, queridos amigos, las adopciones son mínimas, esporádicas… algo verdaderamente preocupante.
Es evidente que, ante la situación global, la incorporación de un nuevo compañero al hogar se hace más difícil… es evidente que, ante la situación actual, los que no pueden, quieren, o lo que sea, se desprenden con “más argumentos” de su presunto amigo.
Pero este descenso en el número de adopciones, este continuo abandono, tiene una causa mucho más profunda de “enfermedad” que el agravamiento que la crisis ha producido.
El gobierno del estado y los gobiernos autonómicos, se frotan las manos por la existencia masiva de entidades de protección… es evidente su satisfacción: un problema que las administraciones TIENEN LA OBLIGACIÓN de resolver, es resuelto de forma eficaz y gratuita por entidades privadas… ¿un “chollo, no?
Si a mí me limpian la casa, me hacen la comida, me llevan al trabajo… ¿para qué voy a esforzarme en esas materias si lo tengo resuelto? Si además, ni me gusta limpiar, ni cocinar, ni conducir, sería “gilipollas” si me pusiera a la labor teniendo la solución perfecta.
A nuestros políticos no les interesan los animales, su protección, su cuidado… “se la trae al pairo”.
Les da igual que un hijo de puta mate gatos, que un mal nacido le corte las patas a un perro, que cuelguen galgos de los árboles, que las carreteras vean como la sangre y las vísceras se funden con el asfalto… no les importa… es un tema menor en sus alcanforadas agendas.
Y, si además de ser un tema menor, es un problema resuelto, ¿Cómo podemos pretender que actúen?
Nos utilizan, se mofan, nos desprecian… y seguimos poniendo la otra mejilla: setenta veces siete…
Perdonarme amigos mascoteros… yo ya estoy hasta los dídimos (“cojones”), no aguanto más… llevo conteniendo mucho tiempo los músculos pectorales, los dorsales, los de los hombros, los bíceps, los tríceps, los músculos de mis antebrazos… pero, desde ya, DESDE HOY MISMO, voy a darles rienda suelta.
Desde hoy voy a ser yo, espero que con vuestra ayuda, el que empiece a repartir golpes, setenta veces siete, para que cumplan con su obligación.
Tenemos que OBLIGARLES a responsabilizarse, tenemos que DEMOSTRARLES que la función que gratuitamente hacemos es algo que pertenece a su negociado.
Mientras sigamos poniéndoselo fácil, mientras jueguen con nuestros sentimientos, mientras sepan que nunca dejaremos nuestras funciones por el bien de los animales, seguirán tocándose los escaños, cómodamente, con una gran y repugnante sonrisa de satisfacción.
Es el momento de repartir… es el momento de hacerles ver que si no toman cartas en el asunto, a lo mejor nosotros dejamos de hacerlo…
Sinceramente creo que es la única forma de activar sus cerebros planos, sus corazones hormigonados, sinceramente creo que es la única forma de “acojonarles”, de sacarles de su plácido estado de hibernación… pero, claro, siempre y cuando, nos lo tomemos en serio.
Démosle una vuelta y veamos cómo hacerlo.
Un servidor ya ha soltado sus riendas.

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