El can contaba con su microchip y cartilla de vacunación. Y los cazadores disponían del permiso del Ayuntamiento de Cobeña para abatir perros asilvestrados.
Cuatro cazadores que contaban con un permiso de la Consejería de Medio Ambiente para matar perros asilvestrados abatieron a un galgo que paseaba a diez metros de su responsable. Los hechos se produjeron el pasado 18 de julio en un coto de caza de la localidad madrileña de Cobeña.
El animal, identificado con microchip y con su cartilla de vacunación al día, falleció dos horas después en una clínica veterinaria. Su cuidador interpuso de inmediato una denuncia ante la Guardia Civil.
La Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Madrid (Fapam) asegura que este tipo de autorizaciones sólo «prolongan la temporada de caza: sirven para que los cazadores practiquen su afición a disparar».
Todos los años se dan permisos a los Ayuntamientos para acabar a tiros con los perros asilvestrados del municipio. Se realizan batidas de manera indiscriminada, señalan desde Fapam. «Lo que resulta ilógico e necesario, pues estos animales vagan por los alrededores porque han sido abandonados por personas irresponsables sin escrúpulos», afirma Maite Cubillo, presidenta de la plataforma. Las asociaciones disponen de otros métodos de captura: jaulas trampa o rifles de dardos anestésicos.
De acuerdo con la Orden 1942/2010, las licencias expedidas por Ayuntamiento de Cobeña son «ilegales», explica Cubillo. Este incidente es constitutivo de un delito de maltrato animal, precisa.
Fuente: Abc.es
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